lunes, 9 de junio de 2014

A #CIONAL – 1924.

           “Quiero decirte cosas,
pueblo querido;
lugar paradisíaco
donde he nacido.
            No se aparta un momento
de mi memoria
ese rincón de cielo,
rincón de gloria.
            Quisiera que poetas
de astro elevado
cantaran tus bellezas,
tu ambiente amado.
            Que pintores famosos,
gloria de España,
copiasen tus paisajes
que el Tera baña.
            Que vieran tu campiña
verde y florida,
espléndida en matices
de dulce vida.
            Ofrecen tus regueros
a las rapazas
infinidad de berros
y de arrabazas.
            En busca de roquiles
y de agriones,
¡cuánto habré yo explorado
esos rincones¡
            No conozco otra flora
tan hechicera
como la rica flora
de tu ribera.
            Evoco tus praderas
y tus roquiñas
y el típico molino
del tío Fariñas.
            No te visitan Fleta
ni otros tenores;
más te brindan sus trinos
los ruiseñores.
            Solamente lamento,
pueblo querido,
que te encuentres tan lejos,
tan escondido.
            Que no cruce tu fértil
y hermosa tierra
los bienhechores rieles
de la vía férrea.
             UNA RAPAZA.

Alcázar, mayo 1924.”

domingo, 8 de junio de 2014

SOLILOQUIOS DE UNA #AMAPOLA .

                      Para …
Agitada por el viento
Ufanándose orgullosa,
Rechacé a la mariposa,
Ostentando engreimiento
Retiré con fuerte aliento
A la cuidadosa abeja.

Resultando que me deja
Olvidada y sin amor;
Dudas, inquietud, dolor,
Representa mi corola,
I siendo ayer la amapola
Grande en matiz y belleza,
Ultraje hoy de su querer,
Erguir pudo mi cabeza
Zaheriendo a una mujer.

Momentáneas ilusiones,
Olas de inquieto gozar,
Rapto de viles pasiones,
Al fin de tanto brillar
Tendré temprana caída,
I de mi color sin vida
Nunca más se ha de acordar
Oh ¡flor del viento barrida,
Sola y muerta has de quedar¡

Aurora  Rodríguez Moratinos.
Profesora de Enseñanza. - Trefacio 30-5-24.”

MES DE #MARÍA .

            ¡Mes de Mayo, mes florido,
mes consagrado a María¡
Yo me siento conmovido
cuando vienen del olvido
dulces recuerdos de un día.
            Tiernos recuerdas evocas,
¡oh,  mes vestido de flores¡
¡Cómo se ablandan las rocas,
cuyo hastío y llanto trocas
en esperanzas y amores¡
            Pasaron ya aquellos días,
dulces días de mi infancia,
cuando conmigo partías,
¡oh, madre¡, tus alegrías,
tu fe, tu amor, tu constancia.
            Pasó, sí, mi edad primera …
No volverá ya el cariño
de la que a mí me indujera
a que flores recogiera
siendo yo un ángel y un niño.
            Las lecciones cariñosas
de mi madre no olvidé;
y así, al campo fui por rosas,
y a tu altar las más hermosas,
¡oh, María’, presenté.
            Lleno de dicha y ventura,
a tus pies yo me acercaba,
y en silencio, ¡oh, Virgen pura¡,
en tus manos, con dulzura,
mis obsequios te dejaba.
            Y entre aquellas bellas flores
que de niño te ofrecí,
mis sonrisas, mis amores,
mis tristezas, mis dolores,
que quedaran consentí.
            Ofrecer hoy también quiero
cuanto tiene el alma mía.
Soy cual pobre marinero,
Que te ofrece por entero
Su barquito, ¡oh, Madre mía¡
                           PEROSA.