sábado, 17 de mayo de 2014

A MI #MADRE, MUERTA.

 A MI MADRE, MUERTA .

            Murió mi madre, ¡mi madre querida¡,
la que yo adoraba con tierna efusión;
murió mi madre, ¿para qué la vida
si no tiene el mundo ninguna ilusión?

            Ella formó mi alma, mi cuerpo también;
mi infancia encauzó; hombre me hizo ser;
ninguno pudiera hacerme tal bien.
¿A quién en la tierra puedo mas querer?

            Ya por la senda del triste camino,
sin su compañía tengo que seguir,
cual errabundo y pobre peregrino
que teme y recela sin saber donde ir.

            Ya en vano acudo a su humilde cripta,
donde de rodillas imploro su amor;
pero no responde a mi acción bendita;
todo el campanario respira dolor.

            Miro los cielos en noche serena
buscando a mi madre, sin poderla hallar;
les pido que calmen mi acerba pena;
mas se hallan mudos a mi gran pesar.

            ¡Dolor del recuerdo, engañosa vida¡
¡Qué terrible angustia causa así el vivir¡
¡Parte del mundo la mujer querida
y no se halla en otra alivio a sufrir¡

            ¿Dónde tú reposas, ¡oh madre adorada¡,
que por ningún sitio te puedo encontrar?
Si estás en el cielo, madre venerada,
contigo allí siempre yo quisiera estar.”
                       
 VENTURA NIETO VELOSO.

Tábara y diciembre, de 1921.

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